Coy esta es la obra que hemos escrito entre todos.
Erasé que se era una tortuguita que se llamaba Saray. Era pequeña y bonita. Su cuerpo era redondo y blandito como la barriga de un osito de peluche. Su piel estaba cubierta de pelos suaves y cortitos. Le gustaba mucho comer tres polos de naranja al día y también correr por el bosque de un sitio a otro.
(Alejandro mueve la tortuga de un sitio a otro y David los árboles y rocas del bosque. La tortuga va chocándose con todo)
Pum, ploft, aaaayyyy, pum, pataplóft aaaaaaaayyyyyy.
NARRADOR: OoooH!! - ¿Pero qué es ese ruido?
(La tortuga desaparece y vuelve a aparecer toda llena de vendas y moratones con un ojo hinchado y quejándose).
Miriam: ¡Ahí vaaaa… ¿Qué te pasa?
ALEJANDRO: Voy tan rápida corriendo por el bosque que me choco con todo. ¡Y claro! ¡Como tengo el cuerpo tan blandito tan blandito! Siempre lo tengo lleno de pupas gordas. Donde me toque me duele.
NARRADOR: Vamos a ver si es verdad o es que eres un poco quejica. Miriam saca a dos niños del grupo para que con el dedo toquen a la tortuga. Alejandro grita de dolor. Luego los niños se sientan después de mandarle un besito).
NARRADOR: ¡Pobre tortuga!
ALEJANDRO DICE: Si, pobre yo. Un día iba corriendo por el bosque y me choqué contra un cactus. Mira mira lo que me pasó (Mete la tortuga de las heridas y saca la buena.
NARRADOR: Ya veo, ya veo. No me cuentes más que me lo imagino. Después de quitarte todas las pinchas del cuerpo te quedaste llena de agujeritos. ¡Y claro, al beber agua o coca-cola se te salía por los agujeritos del cuerpo! ¡Madre mía!
ALEJANDRO: Si y otro día… ¿Sabes que lo que pasó? Pues como siempre iba corriendo y me choqué contra una gran caca de elefante. ¡Buaaaggg, qué asco! No se acercaban a mi nadie de mis amigos. ¡Qué peste! ¡Qué peste!
NARRADOR: La pobre tortuga iba muy triste muy triste. Su tristeza era mas grande que yo que se de grande que era.
ALEJANDRO: Ay, pobre de mi, ¿Qué podré hacer para que mi cuerpo no sea tan blandito?
NARRADOR: Saray iba caminando y de repente se movieron unos matorrales y Saray se asustó. ¿Qué sería aquello?
(Sale Pedro haciendo la babosa y empezamos a cantar la canción)
Vi una babosa, verde y asquerosa.
¿La piso o no la piso?
Aaaggg la pisé.
Pobre babosa, verde y asquerosa.
(Se canta con la a y con la e)
PEDRO: Hola ¿Cómo te llamas?
ALEJANDRO: Saray
PEDRO: ¿ Que te pasa, por qué lloras?
ALEJANDRO: Porque tengo el cuerpo tan blandito y voy tan rápida a todos sitios que me estampo con árboles, rocas, cacas, cactus, puf con todo!!! Y hasta me caigo al agua.
PEDRO: Tengo una idea. El hada del bosque podrá ayudarte. Ve a buscarla.
NARRADOR: Saray fue a ver al Hada del Bosque y le contó lo que le pasaba.
ALEJANDRO: Hada del bosque, por favor por favor ayúdame. Tengo el cuerpo tan blandito y voy tan rápida a todos sitios que me estampo con árboles, rocas, cacas, cactus, puf con todo!!! Y hasta me caigo al agua.
HADA DEL BOSQUE: Muy bien, entiendo tu problema. Te cubriré todo el cuerpo con un caparazón muy duro. Ese caparazón será tu casa. Pesará mucho y así al andar irás muy lenta y no te chocarás con ninguna cosa del bosque.
NARRADOR: Saray fue muy feliz porque no se chocaba con nada y desde ese momento y por esa razón todas las tortugas que conocemos ahora tienen un caparazón tan duro y andan tan despacito. Colorín colorado este cuento se ha acabado.
(La canción de
Yo tengo una tortuga, uga,
Que no sabe correr, correr,
Cuando salgo de paseo, eo…
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